Fusión de la materia prima: Triturar basalto, diabasa y otras rocas volcánicas en pequeñas partículas, luego alimentarlas en una cubilota o horno eléctrico. Calentar los materiales hasta un estado fundido a una alta temperatura de 1400-1500°C.
Fibrización: Utilizar rodillos centrífugos giratorios de alta velocidad para lanzar la roca fundida. La roca fundida se estira en finas fibras continuas bajo la acción de la fuerza centrífuga y el flujo de aire.
Unión y formación: Rociar una cierta cantidad de adhesivo y agente impermeabilizante sobre las fibras. Luego, recoger las fibras en una manta de algodón a través de una cinta transportadora y prensarla en productos de diferentes densidades y espesores mediante una máquina formadora.
Curado y corte: Enviar los productos semiacabados formados a un horno de curado. Curarlos a una temperatura específica (generalmente 200-220°C) para que el adhesivo se solidifique por completo. Finalmente, cortar los productos curados en tamaños estándar según las necesidades.
Fusión de la materia prima: Triturar basalto, diabasa y otras rocas volcánicas en pequeñas partículas, luego alimentarlas en una cubilota o horno eléctrico. Calentar los materiales hasta un estado fundido a una alta temperatura de 1400-1500°C.
Fibrización: Utilizar rodillos centrífugos giratorios de alta velocidad para lanzar la roca fundida. La roca fundida se estira en finas fibras continuas bajo la acción de la fuerza centrífuga y el flujo de aire.
Unión y formación: Rociar una cierta cantidad de adhesivo y agente impermeabilizante sobre las fibras. Luego, recoger las fibras en una manta de algodón a través de una cinta transportadora y prensarla en productos de diferentes densidades y espesores mediante una máquina formadora.
Curado y corte: Enviar los productos semiacabados formados a un horno de curado. Curarlos a una temperatura específica (generalmente 200-220°C) para que el adhesivo se solidifique por completo. Finalmente, cortar los productos curados en tamaños estándar según las necesidades.